Agua caliente

Imagen de @Doug88888
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  • El principal consejo es no usar más agua de la que verdaderamente sea necesaria. Por ejemplo, a la hora de fregar los platos o el suelo, no es imprescindible emplear agua muy caliente, lo ideal será hacerlo con agua tibia o fría incluso.
  • Cierra el grifo mientras te enjabonas, te afeitas o te lavas los dientes. Si fregamos la vajilla a mano, procura enjabonar todos los utensilios de una vez y aclararlos de seguido, así podremos mantener el grifo más tiempo cerrado y aumentar el aprovechamiento cuando está abierto al hacer toda la tarea seguida.
  • Desde luego, es siempre mejor optar por una ducha rápida que un baño: consumirás cuatro veces menos agua y energía.
  • Cuando se trate de grifos monomando, déjalos siempre en posición de agua fría cuando no los utilices, evitarás de este modo, abrirlo con agua caliente la próxima vez que lo utilices.
  • Evita goteos y fugas: un grifo que gotea pierde alrededor de 100 litros de agua al mes que irán directamente a nuestra factura y se convertirán en litros de agua desperdiciados.
  • Una temperatura de entre 30 y 35 grados es más que suficiente para sentirse cómodos en nuestras duchas.
  • Puede ser interesante que instales perlizadores o reguladores en los grifos y en la ducha: ahorrarás hasta el 50% en tu consumo de agua.
  • Asegúrate de que el acumulador y las tuberías de distribución del agua caliente estén bien aisladas para reducir las pérdidas de energía.
  • Regula la temperatura del calentador de forma que no tengas que rebajar luego en la ducha el agua caliente con agua fría.