Es importante que los gastos no superen el 90% de los ingresos; de esta manera será posible ahorrar todos los meses una cantidad para imprevistos. Si no podemos cubrir nuestros gastos con los ingresos de los que disponemos, será estrictamente necesario recortar los gastos en orden de prioridad.
- Si el balance de ingresos y gastos es negativo, necesitamos reajustarlo. Para ello, iremos reduciendo o eliminando los gastos de abajo hacia arriba, tal y como los hemos colocado en el presupuesto. No se trata de quedarse sin ocio, sino de buscar fórmulas alternativas más adecuadas y que supongan una reducción del gasto en ese ámbito, como disfrutar de las actividades gratuitas de tu ciudad, ir al cine cuando hay ofertas, disfrutar de un día de campo, etc. También podemos planificar las compras de ropa, calzado, alimentación, etc.
- Si el balance es igual a 0 también necesitamos reajustar los gastos, lo haremos de la misma manera que cuando nos da negativo.
- Si el balance es positivo, podemos marcar esa cantidad sobrante como ahorro (en su totalidad o solo una parte). La idea es que al mes siguiente podamos anotar una cantidad destinada al ahorro como gasto fijo, para ir creando un FONDO DE EMERGENCIA.
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