El fallo del PVPC y del bono social

En el último año hemos visto una gran campaña sobre el bono social, ahora mismo ese descuento es conocido por gran parte de la población, aunque su número según el último Informe Eléctrico de la CNMC (con datos de agosto) solamente 600.000 hogares contaban con esa condición según el Real Decreto del nuevo bono social.

Eso supone una reducción muy importante en el número de bonos sociales, y lo que es más grave una falta total de crítica para entender el cambio de modelo. Ya que el anterior modelo que llegó a supone más o menos 1,9 millones de bonos, de esos 1,9 millones de bonos sociales 1,5 eran por potencia (sin tener en cuenta rentas, ni límites de consumo) algo que se ha demostrado un auténtico error en lo relativo a protección social. Ya que la no renovación de más de un millón de bonos, demuestra lo errado de una política mantenida durante años.

Fuente: CNMC

Dejamos los datos del informe a enero de 2019: Pero como una imagen vale más que mil palabras, vamos a mostrar la evolución del bono social desde 2009 hasta 2016:

Fuente: CNMC

Se observa que se llegaron a bonificar hasta 3 millones de contratos, con una primacía clara de los suministros menores de 3kW (entre un 90 y un 75% del total), seguidos por pensionistas (12%), familias numerosas (8%), desempleados (3%) y por último el colectivo de personas beneficiarias de la tarifa social (que apenas suponían el 1%).

Por último vamos a ver el consumo medio que se producía por contrato, siendo las familias numerosas con cerca de 4.000 kWh/año las mayores consumidoras. Con un consumo de entre 2.500 y 2.250 kWh para las pensionistas y desempleadas, y con un consumo mínimo para los suministros de menos de 3 kW de potencia (solamente consumen 1.300 kWh/año).

 

Con estas tablas, datos y gráficos podemos entender que en el bono social, primaba a las familias y suministros con una menor potencia y en menor medida era utilizado por otros colectivos beneficiarios sin limitaciones más allá del gasto económico, no suponiendo la inexistencia de un límite de consumo, un aliciente para el mal uso de la energía por parte de las personas beneficiarias.

Todo esto nos lleva a la actualidad, aunque no tenemos datos oficiales a cierre de 2018, hasta el 31 de agosto estaban activos unos 600.000 bonos sociales. De los que poco más de la mitad correspondían a suministros en condición de vulnerabilidad, y el resto a situaciones de vulnerabilidad severa. Por ello conectaremos en esta parte las propuesta que desde nuestra Fundación hemos elevado al Ministerio de Transición Ecológica, para la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética os dejamos nuestras aportaciones:

Para el resto de personas y familias, continuamos pensando que el PVPC con discriminación horaria es la mejor opción en la gran mayoría de los casos. Para ello nos basamos en nuestra experiencia, y en la del resto de organizaciones y personas relevantes que desde hace años han identificado esta modalidad como la más sencilla, barata y sensata para la gran mayoría de hogares. Os dejamos una parte del último post de Francisco Valverde, que aclara bastante: «Recordemos que menos de la mitad de los consumidores están con tarifas reguladas (PVPC), la otra mayoría se encuentran en mercado libre y la mayoría de estos con una comercializadora de las grandes y desde hace tiempo, esto significa que están pagando mucho o muchísimo más de lo que aquí hablamos«.

Fuente: @FranValverde

 

Pero esta reflexión parece no tener lógica en el mercado real, según los datos de la CNMC, durante los últimos años el número de contratos no ha dejado de crecer. Ese crecimiento se ha visto especialmente consolidado en el mercado libre, que ha pasado a suponer más del 60% de los contratos de suministros eléctrico en baja tensión.

Por ello, creemos que teniendo herramientas de la propia CNMC (bien sean los simuladores de factura, bien sean los compradores de precios de mercado libre) es necesario una mayor cultura de los suministros básicos, basada siempre en la claridad, la calidad y la transparencia. Para ese fin desarrollaremos formaciones durante todo el año 2019 en nuestras Escuelas de Ahorro Familiar, y en el caso que nos ocupa trataremos de ayudar a conocer la telegestión como herramienta doméstica de conocimiento y ahorro en los hogares.

También recordamos nuestro servicio de asesoramiento económico y energético, una actividad totalmente gratuita para conocer la realidad de nuestras facturas, resolver las dudas de nuestra contabilidad doméstica y poder ahorrar en nuestros gastos recurrentes. Para recibir el asesoramiento puedes contactar con el personal del programa en:

  • La sede de la FFM Isadora Duncan: Ava/ Reino de León nº12 E1 1º, 24006 León.
  • por teléfono en el : 987 261 449
  • por email en: consultas@gestionfamiliar.es

Fuentes:

Informe de supervisión de los cambios de comercializador – segundo semestre 2018

Boletín de indicadores eléctricos de diciembre de 2018

Web de Francisco Valverde